Seguidores

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Leer a Kusch, pensarse en América

Desarraigo de los Kilme (fragmento). Estación de trenes Quilmes, Prov. de Buenos Aires, 2016


“(...)Pero, ¿qué es lo americano? Desde el punto de vista del sentido común, lo americano es primordialmente lo indígena y en segundo lugar el mundo construido por el hijo del inmigrado. Uno y otro se corresponden respectivamente con “lo muerto” y “lo viviente”.
Y la arqueología desnutre aún más a lo indígena, de tal modo que subsiste lo inmigrante como única posibilidad.
Pero lo indígena es “lo muerto”, porque así lo pide la objetividad científica. Lo indio como objeto, dentro del espacio vacío del mundo occidental, es la nada. Y la postura positivista de nuestros arqueólogos se encargó de probarlo, aún cuando éstos sigan a la escuela histórico-cultural.
Pero la objetividad occidental es en el fondo una filosofía del objeto utilizable.
La realidad, a partir de Kant, es reconstruíble a partir del sujeto, de tal modo que una realidad, que se da como opuesta, sólo es vista en función de la utilidad de ese sujeto. Lo indio, en el ámbito de la visión del mundo occidental, no tiene ninguna validez política, social o artística, es decir que no entra vitalmente a formar parte de dicho ámbito. En este sentido lo indio es estrictamente lo muerto y por lo tanto se lo relega al museo como algo monstruoso y aberrado.
Desde el punto de vista histórico ocurre otro tanto.
El indígena desaparece con el “descubrimiento”. Y la historia desde entonces y hasta ahora no fue otra cosa que la de la occidentalización de América. Las naciones americanas se crean en 1810 en función del sujeto kantiano, a partir de categorías y en un espacio geográfico teóricamente vacío.
Pero este proceso iniciado por la fuerza de las armas primero, y luego mantenido por el historiógrafo y el arqueólogo, no impidieron, en el terreno de lo político, la supervivencia, no ya del indio, sino de “lo indígena”, en su sentido literal de lo autóctono.
Pudo desaparecer, en el caso de Argentina, lo indio como cosa, pero no como estructura.
¿Qué sentido tienen, sino, entre nosotros los “males” de 1820 ó 1946?
Esta sospecha nos conduce directamente, no ya a un estudio de la historia, sino a una estética de lo americano. Porque solo ella podrá determinar, a través del análisis y la comparación del arte antes y después del “descubrimiento”, el grado de compromiso geográfico de nuestro ámbito vital. Es el desmenuzamiento y la iluminación del aspecto tenebroso de nuestra realidad.(...)”
Rodolfo Kusch ,Fragmentos de "Anotaciones para la estética de lo americano" (1956)
LEER A KUSCH, RELEER A KUSCH, DESCUBRIR A KUSCH, INTERPRETAR A KUSCH...
A PONERSE LAS PILAS PORQUE SOMOS TERRITORIO MONSTRUOSO PARA ELLOS...

jueves, 11 de febrero de 2016

Estética de un viaducto

Ja! se armó la tosca. Y está bien que se empiecen a involucrar todos los actores culturales interesados en el espacio público, porque no se conforma la identidad cultural de una región, ni de una nación, solo con el consenso de los internautas y aduladores. donde solo se beneficiaran pocas personas. Los proyectos culturales necesitan discutirse, debatirse y proponerse hasta que se va encontrando el camino adecuado de un proyecto comunal; mientras tanto se avanza con proyectos educativos, para no tener mas ese consenso cautivo del que no conoce mas que lo que los medios y el poder les vende como un hecho consumado. La gente tiene que ir reemplazando los íconos por paradigmas; tiene que ir reemplazando los ejemplos exitosos por los logros colectivos, para que una opinión de cola de carnicería se vuelva pensamiento elaborado, masticado, fagositado por un pueblo que conoce a todos sus trabajadores de la cultura, y que no discute ya si es famoso o no, si "conviene o no", para pasar a discusiones estéticas cotidianas de los espacios comunes y vitales. Si Milo Lockett si o no; si tiene que ser un jardín colgante o no; no es el eje de la discusión. Si tiene que estar realizada por chaqueños, chaqueñeros o importados, tampoco. El debate, como siempre, es el cómo se toma este tipo de decisiones y con qué proposito. Sobre todo si los que deciden son presidenciables, porque ya está definiendo un modo de gestión cultural. M.C.


Capitanich: "El mural se va a convertir, inobjetablemente, en un ícono de la ciudad"

El intendente de Resistencia se suma al trabajo que realiza el artista plástico Milo Lockett y pintará el mural ubicado en la rotonda de la autovía Nicolás Avellaneda.
La polémica por la decisión de asignar a Milo Lockett el mural ubicado en el ingreso a Resistencia, suma un nuevo capítulo con la decisión del intendente de Resistencia, Jorge Capitanich, quien adelantó que también dará su pincelada en la mole de cemento.
"Es un espacio que forma parte del patrimonio cultural y que inobjetablemente se constituye en un ícono para la ciudad de Resistencia. Milo es un referente de la ciudad, la provincia y toda la República Argentina en un plano de carácter internacional”, aseguró.
Además, el propio artista plástico explicó que está abierta una convocatoria para que toda la ciudad de Resistencia pueda acercarse a participar de la propuesta.
“Como Resistencia es la capital nacional de las esculturas, no caben dudas que ahora también se convertirá en un lugar trascendente en el arte contemporáneo, desde la calidad de nuestros exponentes”, explicó Capitanich al referirse al tema.Fuente: Radio Universidad.

Fabriciano Gómez lapidó el mural de Milo en la autovía

10/02/2016 | CULTURA |

El escultor chaqueño, Fabriciano Gómez, afirmó que el que autorizó el mural de Milo en la autovía de la ruta 16 “no tiene perdón de Dios” en referencia al acuerdo que el plástico firmó con el intendente de Resistencia, Jorge Capitanich.
En declaraciones a Radio Libertad, Fabriciano contó que “hace años vienen trabajando en un desafío de intervención junto a dos arquitectos paisajistas contratados por Vialidad Nacional para llevar adelante un meticuloso estudio paisajístico”.
Dijo que lo que se estaba previendo “era la instalación de enredaderas, que llevan su tiempo de crecimiento, pero que cualquiera que pasa por allí puede comenzar a apreciarlas. La idea es generar una continuidad paisajística, manteniendo el verde y la naturaleza como relevancia en el paisaje urbano".
Y lapidó el proyecto del intendente Capitanich junto al artista Milo “esta intervención muralista tristemente no tienen nada que ver con el paisajismo urbano que se había planteado anteriormente”.
Reconoció que previamente había sido consultado y que en ese momento expresaron su oposición y finalizó “me parece una falta de conciencia estética por parte de quien decidió y autorizó esto. Me parece que merecía un asesoramiento valedero. El tiempo juzgará al que tuvo la decisión de que esto se realice. El tiempo dirá y que la Justicia divina actúe”.
Fuente: Chaco es hoy.