Alberto Híjar Serrano
Sin acuerdo previo entre la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes, del 6 al 9 de diciembre serán homenajeados los trabajos del Taller de Gráfica Popular fundado hace 80 años como respuesta al llamado de la Internacional Comunista para oponerse al fascismo y el nazismo, defender a la URSS y promover organizaciones de frente amplio y gobiernos de frente popular. Agrupados en 1934 en la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR) los intelectuales, científicos, artistas y trabajadores de la cultura nacionalistas y antiimperialistas, apoyaron al gobierno de Lázaro Cárdenas no solo con agitación y propaganda sino también con trabajo sindical y educativo hasta el punto de modificar el artículo 3º constitucional con la exigencia de la educación pública socialista. Luis Arenal, Leopoldo Méndez y Pablo O´Higgins fundaron Lucha Intelectual Proletaria con la influencia de Juan de la Cabada. Hubo que bajar el tono de la convocatoria para organizar el Taller de Gráfica Popular.
La producción del TGP es inmensa y gracias al trabajo constante de coleccionistas ha sido posible su preservación, pese al delgado papel en el que están impresos los carteles que tapizaron calles y plazas antes que en 1954 el apodado Regente de Hierro, Ernesto P. Uruchurtu, prohibiera las pegas contestatarias distintas a los anuncios monumentales de los consorcios imperialistas y la propaganda electorera que los acompaña. Ajenas y ajenos a la división del trabajo capitalista, las legiones de esposas, familiares y compañeros y compañeras de lucha, han sido archivistas, documentadores, curadores, conferencistas, escritores, periodistas para la conservación de los acervos con circulación y valoración favorable a las luchas populares con todo y su dimensión internacionalista.
La contribución del TGP a la tendencia realista, disgustó a los académicos soviéticos porque no cumplía con el formalismo de representar obreros, campesinos y soldados revolucionarios con cuerpos musculosos y rostros bellos. Los héroes revolucionarios tenían que ser representados en actitudes dramáticas, orientación que dio lugar a la exaltación de Cárdenas, Juárez y los héroes patrios principales. La exposición en el Museo de la Revolución incluye “450 Años de Lucha del Pueblo Mexicano” para probar cómo la investigación histórica y la discusión colectiva de las imágenes, dan lugar a un realismo necesariamente significado por las presencias populares.
Helga Prignitz, la investigadora ejemplar del TGP, eligió para la exposición en el Museo de la Estampa, los trabajos colectivos y el acento en la lucha contra el fascismo y el nazismo. En las dos exposiciones, los libros y álbumes propiciados por Hannes Meyer, el segundo director de la Bauhaus destruida por el nazismo, dan cuenta del internacionalismo como línea estética constante del TGP. Los grabados de Luis Garzón, tercera generación del TGP, nombrado coordinador y luego expulsado según consta en actas escritas por Jesús Álvarez Amaya, están dedicadas al Che y su frase de sentir otra vez a Rocinante mientras ejercía de Ministro de Industrias en Cuba. De Garzón es también un bello retrato de Trotsky que hubiera contrastado con el Stalin de Leopoldo Méndez que no fue conseguido para la exposición. Borrado de la nómina histórica del TGP, Garzón aporta también imágenes del sandinismo y del zapatismo y probó su aprendizaje del compañerismo al atender a Alberto Beltrán en sus últimos días y aprender del impresor histórico José Sánchez los secretos y las habilidades para el buen manejo de prensas y tórculos.
La ternura está presente como atributo amoroso tan propio de la izquierda revolucionaria como el buen humor, sentimientos que la derecha compra en Televisa, viste en las boutiques y nutre en restaurantes de lujo. Fanny Rabel y “El niño judío” que fue emblemático de los judíos perseguidos en Europa; Andrea Gómez y su “Niña de la basura” y “Madre contra la guerra” que se reproduce todo el tiempo por organizaciones feministas, prueban la dimensión profunda del amor. La relación con escritores tan importantes como Juan de la Cabada, Pablo Neruda, Efraín Huerta, Ergon Kirsch, Adam Mickiewicz, el poeta nacional polaco, llena de poesía a las imágenes incluyendo las destinadas a ilustrar testimonios clásicos como “Juan Pérez Jolote” de Ricardo Pozas ilustrado por Alberto Beltrán de quien se exhibe en el Museo de la Revolución un retrato del tzotzil dibujado en una hoja de libreta.
Las resonancias del Taller desbordaron México, influyeron en América y en talleres europeos y llegaron hasta la URSS y China. Los dibujos característicos de Rini Templeton siguen ilustrando periódicos y volantes de lucha y “Libertad de expresión” de Adolfo Mexiac es una de las imágenes más reproducidas en el mundo después de su relanzamiento en 1968. Una mampara con el cartel de anuncio de “Repudiar la represión” tras el enrejado del soporte de los cuadros, ilustra el homenaje a los 60 años de la digna rabia grabada por Mexiac en San Cristóbal de las Casas ante el golpe militar de hace 60 años en Guatemala y la caza de comunistas desatada por la colocación de la bandera roja con la hoz y el martillo sobre el féretro de Frida Kahlo en el Palacio de Bellas Artes por Arturo García Bustos. Su cartel grabado con Zapata señalando hacia el frente y la consigna: “Tú, ¿qué has hecho por defender las conquistas por las que nosotros dimos la vida?” ha sido reproducido en camisetas y en un mural en Santo Domingo Pedregales, Coyoacán por la defensa del manantial cegado por la constructora Quiero Casa.
Del trabajo actual del TGP, la obra principal es el grabado en un tronco de madera titulado “El filósofo”, personaje aspirando un churro de marihuana. Lo firma Mortales que es el grabador Morales. Otros tiempos, otra ciudad, otras izquierdas dispersas, otra cultura dominante con todos los recursos tecnológicos, urbanos y deportivos, de difícil enfrentamiento por la gráfica popular. De esto y más, dialogaremos Helga Prignitz y yo el 7 de diciembre en el Palacio de Bellas Artes.
Las reflexiones de Walter Benjamin sobre el aura artística y el dominio de la reproducción como sentido histórico de las vanguardias contra la exaltación del arte y los artistas como seres excepcionales, acompaña las reflexiones de Bertolt Brecht contra el romanticismo manipulado y orienta los manifiestos de Nuestra América por el arte público y la burla a las solemnidades institucionales. En esta vanguardia estética, el Taller de Gráfica Popular ocupa un lugar principal.
7 diciembre 2017