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jueves, 28 de noviembre de 2019

La semántica del poder 1

El poder y la cultura hegemónica tienen la capacidad de resinificar los paradigmas culturales según su conveniencia y objetivos de dominación y sometimiento. Entonces, si  la mentira es posverdad, así lo asumirá el consumidor pasivo; y si una «pintura grande» es muralismo, así lo entenderán, sin interrogantes.
La discusión no pasa por si es muralismo o no, lo que vemos en esa medianera. Si «Piazzola hace tango o no». La  pregunta es cómo se construye una cultura contrahegemonica participativa. Un muralismo que no sea un espectáculo hecho por uno para asombro de muchos. Sino un muralismo que sea consecuencia de la participación comunitaria, cada cual desde su rol social.
 Las cualidades compositivas y técnicas del muralismo que supimos propiciar han sido superadas por tecnologías y aspectos publicitarios, teniendo en cuenta los modos comunicacionales de masas y la clara estrategia del dominio de los grandes espacios públicos. Sin ninguna duda el capitalismo ha tenido en cuenta los consejos de Siqueiros. Discutamos si poliangularidad si, o no. Si bidimensionalidad pictórica o tridimensionalidad monumentalista...que la derecha ocupa los espacios...con un muralismo pulido, libre de toda aspereza social, que nos obliga a mirar para arriba, perdiendo de vista la cruda realidad, consecuencia de sus políticas de exterminio, y que está a nuestro paso, contra ese pequeño muro de barrio, y no en el cielo.

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