Jornadas sobre pensamiento del filósofo Rodolfo Kusch
Se llevarán a cabo en Maimará entre los días 3 y 5 de mayo, con la presencia de representantes de tres universidades nacionales.
RODOLFO KUSCH EL SABIO PENSADOR DE AMERICA
POR RICARDO DUBIN
Rodolfo Gunter Kusch, nacido en 1922 y fallecido en 1979, se cuenta entre aquellos que buscaron cimentar un pensamiento propio americano.
El espectro de sus pares es amplio y abarca distintas áreas que giran en torno a las disciplinas filosóficas, la educación y la historiografía, y que emergen como un diálogo fecundo entre las necesidades de las corrientes nacionales, que en argentina encarnara el peronismo como movimiento político, y los hallazgos del pensamiento europeo de entonces.
En ese marco, Kusch, como tantos otros desde distintas perspectivas, buscaron dar con los modos de un pensamiento que surgiera de nuestras propias raíces y acompañaron las distintas experiencias que, desde lo político, se proyectaron como nacionales.
Así, en la segunda edición de su Pensamiento Indígena y Popular en América, escribe que "el año 1973, marca una etapa importante en el país. Argentina ha puesto en marcha la posibilidad de su autenticidad.
Entre todas las propuestas económicas y sociales de todo cuño que suelen adoptar fácilmente como solución, surge una clara propuesta cultural brotada de las raíces más profundas del pueblo. Quisiera yo que éstas páginas sirvan para entender esa propuesta, al fin de que no sea malversada una vez más."
Pero ya en 1975, atado desde el pensamiento al devenir de la experiencia, debe escribir que "de una Argentina como hogar, o sea como domicilio existencial, donde el hombre logra constituirse a través de sus símbolos, se impone bruscamente la patria como lugar del padre, donde se dan las decisiones políticas inspiradas en un concepto del ser nacional que no surge del hogar."
Y agrega que "desde Sarmiento se persigue para destruir la significación que tiene el perseguido. Se persigue porque no se quiere ser, porque se huye de la autenticidad. Porque en un mundo sin persecución se vería la verdadera cara del perseguido que no es otra que la del mendigo. Y para evitar esto conviene que no se detenga, que se disperse a los cuatro vientos, porque si se detuviera asomaría toda la indigencia en que radica lo argentino, por la misma razón de que solo vivir ya es indigencia y porque una autenticidad cultural no puede darse sino con la indigencia humana en general."
En permanente diálogo con la realidad nacional y con el pensar de su gente, donde debe buscarse el modo de ese pensamiento que buscaba des-cubrir, en un tiempo que Rodolfo Walsh, otro gran pensador nacional, define como "de retirada para la clase obrera, derrota para las capas medias y desbande en sectores intelectuales y profesionales", Rodolfo Kusch decide recluirse en la, entonces, silenciosa y apartada localidad de Maimará, donde profundiza sus escuchas y conclusiones sobre la base de un pensar andino.
LA OBRA
Su obra, por la misma complejidad de sus formas, por sus expresiones técnicas y poéticas a la vez, y por los tiempos que llamaban al silencio, y que deliberadamente buscaron silenciarlo, fue descubriéndose poco a poco y es, aún, digerida con lentitud y de manera dispar, abriendo horizontes distintos según la persona y la disciplina desde la que se la aborde.
Ello se verá, sin duda, en las Segundas Jornadas sobre su pensamiento, que se llevarán a cabo en Maimará entre los días 3 y 5 de mayo, convocadas por tres universidades nacionales: Unsa, Unju y Untref.
Estarán presentes Elizabeth Lanata de Kusch, Florencia Kusch, Francisco Piñon, Claudio Ongaro Haelterman, Carlos Cullen, Mauricio Langon y serán coordinadas por Adriana Zaffaroni (Unsa), José A. Tasat (Untref) y Mario Vilca (Unju).
Al mismo tiempo, se convoca a la presentación de relatos de experiencias: "Influencia y presencia del pensamiento Rodolfo Kusch" para compartir en los talleres, en las diferentes vertientes: artística, antropológica, sociológica, política, educativa, científica y filosófica, los que deberán ser presentados, antes del 30 del corriente mes, a los mails: politicasculturales@untref.edu.ar, cileci@unsa.edu.ar o cultura@unju.edu.ar.
POR RICARDO DUBIN
Rodolfo Gunter Kusch, nacido en 1922 y fallecido en 1979, se cuenta entre aquellos que buscaron cimentar un pensamiento propio americano.
El espectro de sus pares es amplio y abarca distintas áreas que giran en torno a las disciplinas filosóficas, la educación y la historiografía, y que emergen como un diálogo fecundo entre las necesidades de las corrientes nacionales, que en argentina encarnara el peronismo como movimiento político, y los hallazgos del pensamiento europeo de entonces.
En ese marco, Kusch, como tantos otros desde distintas perspectivas, buscaron dar con los modos de un pensamiento que surgiera de nuestras propias raíces y acompañaron las distintas experiencias que, desde lo político, se proyectaron como nacionales.
Así, en la segunda edición de su Pensamiento Indígena y Popular en América, escribe que "el año 1973, marca una etapa importante en el país. Argentina ha puesto en marcha la posibilidad de su autenticidad.
Entre todas las propuestas económicas y sociales de todo cuño que suelen adoptar fácilmente como solución, surge una clara propuesta cultural brotada de las raíces más profundas del pueblo. Quisiera yo que éstas páginas sirvan para entender esa propuesta, al fin de que no sea malversada una vez más."
Pero ya en 1975, atado desde el pensamiento al devenir de la experiencia, debe escribir que "de una Argentina como hogar, o sea como domicilio existencial, donde el hombre logra constituirse a través de sus símbolos, se impone bruscamente la patria como lugar del padre, donde se dan las decisiones políticas inspiradas en un concepto del ser nacional que no surge del hogar."
Y agrega que "desde Sarmiento se persigue para destruir la significación que tiene el perseguido. Se persigue porque no se quiere ser, porque se huye de la autenticidad. Porque en un mundo sin persecución se vería la verdadera cara del perseguido que no es otra que la del mendigo. Y para evitar esto conviene que no se detenga, que se disperse a los cuatro vientos, porque si se detuviera asomaría toda la indigencia en que radica lo argentino, por la misma razón de que solo vivir ya es indigencia y porque una autenticidad cultural no puede darse sino con la indigencia humana en general."
En permanente diálogo con la realidad nacional y con el pensar de su gente, donde debe buscarse el modo de ese pensamiento que buscaba des-cubrir, en un tiempo que Rodolfo Walsh, otro gran pensador nacional, define como "de retirada para la clase obrera, derrota para las capas medias y desbande en sectores intelectuales y profesionales", Rodolfo Kusch decide recluirse en la, entonces, silenciosa y apartada localidad de Maimará, donde profundiza sus escuchas y conclusiones sobre la base de un pensar andino.
LA OBRA
Su obra, por la misma complejidad de sus formas, por sus expresiones técnicas y poéticas a la vez, y por los tiempos que llamaban al silencio, y que deliberadamente buscaron silenciarlo, fue descubriéndose poco a poco y es, aún, digerida con lentitud y de manera dispar, abriendo horizontes distintos según la persona y la disciplina desde la que se la aborde.
Ello se verá, sin duda, en las Segundas Jornadas sobre su pensamiento, que se llevarán a cabo en Maimará entre los días 3 y 5 de mayo, convocadas por tres universidades nacionales: Unsa, Unju y Untref.
Estarán presentes Elizabeth Lanata de Kusch, Florencia Kusch, Francisco Piñon, Claudio Ongaro Haelterman, Carlos Cullen, Mauricio Langon y serán coordinadas por Adriana Zaffaroni (Unsa), José A. Tasat (Untref) y Mario Vilca (Unju).
Al mismo tiempo, se convoca a la presentación de relatos de experiencias: "Influencia y presencia del pensamiento Rodolfo Kusch" para compartir en los talleres, en las diferentes vertientes: artística, antropológica, sociológica, política, educativa, científica y filosófica, los que deberán ser presentados, antes del 30 del corriente mes, a los mails: politicasculturales@untref.edu.ar, cileci@unsa.edu.ar o cultura@unju.edu.ar.
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